Páginas

jueves, 16 de febrero de 2012

EREVAN - EL LIBRO Y SU "CRITICA SITUACIÓN"


Este año, la organización UNESCO y otras asociaciones editoras a nivel global, le otorgaron a Erevan el título honorario de “Duodécima Capital Mundial del Libro  2012".  Y por este motivo, en los próximos dos meses, la capital armenia será la anfitriona de una serie de eventos relacionados con esta nominación.  Sin embargo, los libreros advierten que la situación del libro en la capital “es crítica”  porque las librerías van desapareciendo, año tras año lo cual indica que la demanda de libros disminuye en igual medida.      
Vahan Khachatryan, director de la Asociación Nacional de Editores de Armenia, explica que en la era soviética habían 60 librerías en Erevan;  hoy, sólo quedan 15.  “Contábamos con ocho importantes editoras pero su número se ha reducido a 2.  Y si bien en aquellos tiempos se publicaban 1100 libros por año con un tiraje de 2500 a 3000 ejemplares para cada libro, los índices actuales son dos veces más altos, pero con tirajes reducidos a un promedio de 500 a 1000, lo que significa que la demanda de libros ha disminuido."

En Armenia, las posturas cambiaron a partir del colapso de la Unión soviética.  En esos tiempos se consideraba "respetable" tener libros y una importante biblioteca personal.  Después del colapso, la crisis económica y las duras condiciones sociales en Armenia, mucha gente se vio forzada a quemar los libros de sus bibliotecas para calentar sus viviendas.  Otros, los vendieron a precios irrisorios.  Por consiguiente,  el número de librerías se redujo.   Y los residentes de la capital todavía recuerdan las grandes librerías  ubicadas en las calles centrales Abovyan y Moskovyan.  Con la partida soviética, estos locales se recilaron en comercios de marca internacional y un banco. 

Estos días, los clásicos armenios se pueden encontrar y comprar en Vernissage, un  popular mercado de pulgas al aire libre, en el mismo centro de Erevan, o en quioscos ubicados en diferentes puntos a lo largo del sistema de transporte subterráneo.   Por ejemplo, desde hace unos diez años, el quiosco ubicado bajo las calles Abovyan y Moskovyan se ha convertido en algo semejante a un depósito de libros donde se venden miles de ellos entre la humedad, el hedor del orín y los aromas de puestos de “kebabs”.

 “Nos consta que trabajamos en condiciones antihigiénicas.  No es más que la consecuencia que se puede esperar en una industria que sufre una crisis.  La demanda de libros no es alta, pero la gente tiene, al menos, alguna alternativa y si es necesario, vienen aquí” dice Harutyun Petrosyan, que desde hace ya siete años vende libros en su quiosco subterráneo.  “Los libros más populares”, añade, “tratan temas profesionales y literatura infantil”.

Tanto en Vernissage como en los quioscos subterráneos, los libros a la venta se queman por exposición al sol o se destruyen bajo la lluvia.  Aún así, atraen a aquellos clientes en busca de precios bajos.

El Mundo de los Libros, una de las librerías más antiguas de Erevan, en la avenida Mashtots, es, desde 1997 propiedad de la compañía Bookinist.  Sin embargo, la librería ha estado en existencia desde 1937.  Según su director, la organización sufre una crisis muy seria y en su opinión, la carga mayor para los vendedores y clientes la representa el impuesto sobre el valor agregado (VAT) que en Armenia es el 20 por ciento para todos los productos incluyendo libros.  En Europa y otros países en el mundo, es del  5%.  No cabe duda  entonces que, en Armenia, el negocio del libro pasa por momentos muy difíciles.  Una situación que se ha agravado gracias al desarrollo de la información tecnológica (IT)  que hace que la gente prefiera los aparatos electrónicos.  El libro no es reditable en Armenia, explica Khachick Vardanyan, director de Bookinist.

Hasmik Poghosyan, ministra de Cultura, hablando hace pocos meses sobre el tema de las librerías ya cerradas y a poco tiempo del Día del Libro, señaló que “se abrirán puntos de venta de libros en 50 diferentes y más populosas áreas de Erevan, pero esas áreas no se han diseñado para la exclusiva venta de libros sino para montar eventos programados para la celebración, el próximo 23 de abril del Día del Libro y Derechos de autor.  Contará con exposiciones, fotos, librerías móviles como también debates sobre la venta  y lectura de libros.  El objetivo es aumentar el interés del público hacia el libro y su lectura".

Fuente: Gohar Abrahamyan, para ArmeniaNow.com

Traducción del inglés:  Violeta Balián

1 comentario:

  1. Una historia triste que los libros acaben en la hoguera para calentar a una familia, pero eso sólo habla de la realidad.
    Muy interesante la entrada.

    ResponderEliminar